-Bueno Thomas podrías llamar a mi
ayudante y al resto de la familia…-cuando me di cuenta de que Thomas no estaba,
me ruboricé, pero bueno… ¿Por qué estoy contando esto? Sigamos por dónde íbamos.-¡Thomas!
-Señor, dígame.-contestó con su gentil
voz.-Por cierto ya he hecho lo que me acaba de pedir… Y le he ordenado a
Dorothy que prepare la cena, ¿se van a quedar?
-Por supuesto, nadie le dice que no a
un hombre con smoking.-le contestó Kaitrinn por mí, esta vez no me molestó
porque, aunque yo le iba a decir que no, lo prefería a quedarme en mi casa y
cenar solo una salchicha quemada con arroz, no es que yo sea mal cocinero es
que mi ama de llaves, Cori, ya está vieja, antes me hacía cerdo, pollo, mero,
merluza, rapante, lomo… Y muchas más cosas.
-Bien, siéntense.-les pedí-Como todos
sabéis estoy aquí por la repentina muerte de vuestro bienquerido amigo Harry
Honesto, por favor no os emocionéis ahora, pues lo que diré a continuación…
Bien, familia de Harry me gustaría presentarles a mis dos nuevos infiltrados,
bueno más bien a los de Harry, Skyler y George. Son los infiltrados del
proyecto Someone. No os sonará mi querida Violeta, pero el proyecto Someone era
aquel asuntillo en el que Harry había estado trabajando. Y, aunque, aquí todo
parece resuelto, faltan dos personas que son cruciales para resolver este caso…
Y que hoy no están aquí.-Hice una pausa para ponerle dramatismo, me gusta darme
aires de sobrado, así la gente me toma en serio.-Una persona la conocemos
todos, aunque la mayoría no lo quiera reconocer, y la única persona a parte de
mi y de Kaitrinn que no lo sabe es… Betty Capuleto, lo que la convierte en
absolutamente, y de momento la única persona…-esperé para que la gente no se
esperara lo que iba a decir- ¡INOCENTE!
-Pero… ¿de verdad?-preguntó Violeta
abrazando a su hermana.
-Por supuesto.-le contesté.-Pero
también es verdad que aquí nos faltan dos personas, una de ellas… Por favor
Betty ven aquí, así os distingo bien a los realmente culpables, a los que no lo
son tanto y a los inocentes, pues en la vida siempre hay una culpable pero no
siempre hay inocentes justos y cuando los hay, lo son desde el primer momento
en que los veo, así que por favor si me concedes el honor…
-Violeta, por favor, venga aquí por favor.-Kaitrinn nunca me deja
terminar mis frases célebres.
-Sí, mi querida Violeta, y si nadie me
interrumpe ahora-dije con retintín- me gustaría seguir hablando. Como iba
diciendo, me encantaría conocer a las dos personas que aunque la familia, que
conoce a una, estuvieran aquí pero, aunque no es posible, nos la podríais
traer. Y ante todo me encantaría presentaros a uno de ellos. Rodolfo Martínez
Sánchez, ¿conocéis el Periódico Gags? Pues el director del periódico es el
hombre que necesitamos.
-Sí, lo conozco, es el periódico de la
hermanita de Harry, se lo hacen leer en su escuela La Real Academia San
Bartolomé de la Ciudad de la Perla.-me contestó Beatrice.
-Muchas gracias.-le dije-Y… ¿dónde
está esa criaturita? Porque me parece que tiene algo que ver con Skyler y con
George, ¿no es cierto?
-Si… pero es algo complicado de
explicar.-dijo Skyler con su dulce, dulce, dulcísima voz.
-No hace falte querida.-le contesté-Ya
lo explico yo. La verdad es que la otra persona que nos falta, ¿Cómo se llama
George? ¿Qué color le habéis asignado? Por favor responde.-Me senté.
-Bien… pues… es que…-le costaba
hablar- se llama Madalena, bueno nosotros la llamamos Maddi y, su color es el
rosa. La contraseña del documento 3, es 225487, y para el 4, la otra que queda.
-Hola… Hola… Mami, papi, ¿dónde
estáis?-una voz dulce y delicada como una mariposa resonó por el pasillo.
-Estoy aquí cielo, en el despacho de
tu hermano.-contestó Beatrice.
-Vale… No me han puesto deberes en el
co…-cuando nos vio a todos en la sala se calló y se ruborizó.
-Hola cariño.-Henry se levantó de su
cómodo sillón de piel y le dio dos besos a su pequeña hija.
-Hola, mi nombre es Eladio-le dije
agachándome para ponerme a su altura- y, voy a investigar la muerte de tu
hermano.
-¿Cómo? Mami que dice este señor tan
raro…-a la niña se le llenaron los ojos de lágrimas.
-¿No te lo han dicho?-pregunté poco
extrañado, casi sobreactuando- Tu hermano Harry ha muerto.
La niña rompió a llorar y se la llevaron
a su habitación.
-Todavía quedan muchos cabos sueltos
por atar en este caso. Para ello necesito la ayuda de Madalena.-dije yo con
severidad.
Trajeron ante mí a aquella indefensa
mariposa. Decidí que no iba a ser muy duro con ella.
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